La tradición del Belén en España se puede rastrear en los siglos medievales. Referencias documentales nos prueban la existencia de una arraigada tradición belenística. En principio, se realizaría con montajes en lugares religiosos como conventos e iglesias. Posteriormente, sobre todo a partir del siglo XVIII, la tradición se popularizó y se extendió.
En este cambio jugó un importante papel la monarquía. Pero no fue producto de un impulso institucional, sino de la pasión personal de Carloss III por los belenes napolitanos. A su llegada al trono español, trajo consigo la afición por los presepios, que pronto se difundió en la sociedad española. Ahora bien, si el belén napolitano disponía de unas características muy acusadas, pronto en España adquirió una personalidad propia.
La región de Murcia vivió un momento de esplendor artístico a finales del siglo XVII y principios del XVIII. La personalidad del genial escultor Francisco Salzillo copó el panorama artístico murciano en esas fechas, dejando una profunda huella a su muerte a través de sus discípulos.
En la actualidad, se pueden contemplar sus realizaciones escultóricas. Una de sus obras más admiradas, pero también más desconocida, ha sido el Belén que actualmente se puede visitar en el Museo Salzillo de Murcia.
El Belén está compuesto por 556 figuras de pequeño tamaño y que siguiendo el intencionado anacronismo típico de Salzillo, evocan ropas y costumbres de la Murcia del siglo XVIII. El tratamiento de las figuras es como si fueran de gran tamaño, policromadas y estofadas hasta el mínimo detalle.
Aprovecha en tu próxima estancia navideña en Murcia para visitarlo.
