Con un clima templado, incluso en el mes de diciembre, este es el momento ideal para recorrer la ciudad y deslumbrarse con las decoraciones e iluminaciones de Navidad, que embellecen, particularmente, el centro histórico de la ciudad.
Los mercados de Navidad se multiplican por la ciudad, así como la animación propia de la época.Las iglesias se llenan de música y la plaza principal de la capital ‒el Terreiro do Paço‒ se convierte en la anfitriona perfecta de esta fiesta que se prolonga hasta el Año Nuevo.
Es aquí donde se ha instalado un árbol de Navidad tecnológico, con 28 metros de altura, decorado con palabras, películas e imágenes captadas en tiempo real.
Hasta el 22 de diciembre, también las iglesias de S. Roque, Mercês, S. Nicolau, Santo Agostinho, Graça, S. Domingos y la Basílica da Estrela festejarán la época con espectáculos realizados en diversos horarios, durante la tarde y la noche.
Durante la Navidad, no se pierda los manjares tradicionales, como el bolo-rei, los irresistibles sonhos o las afamadas rabanadas, que pueden ser saboreados en las cafeterías y pastelerías de Lisboa. Año tras año, la competición está reñida y las recetas son perfeccionadas para delicia de los clientes.
Después de deleitarse con la repostería navideña, prepárese para perder las calorías ganadas durante esta época en la famosa carrera de San Silvestre que, el 29 de diciembre, dará inicio en Restauradores y recorrerá el centro de la ciudad.
Al llegar el último día del año, Lisboa se preparará para dar la bienvenida al 2013 y todos los caminos llevarán al punto de encuentro de la capital portuguesa: el Terreiro do Paço. Aquí será donde varios artistas suban al escenario para invitar a vecinos y turistas y hacer la cuenta atrás al son de la música, acompañada por las tradicionales uvas pasas y el solemne brindis con champán.
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