La comarca de Los Monegros se sitúa en la parte oriental de la Comunidad Autónoma de Aragón, dentro del polígono formado por ríos Gallego, Ebro y Cinca y las Sierras de Sangarren y Tardienta, en el Valle Central del Ebro.
Los 31 municipios, los 49 núcleos de población que la forman, a caballo entre la provincia de Huesca y Zaragoza, abarcan una superficie de 2.764.9 Km2.Se trata de un territorio poco poblado donde el silencio y la tranquilidad imperantes son un atractivo más para el visitante. Las características físicas de Monegros le han valido la calificación de paisaje singularísimo, único en Europa.
Un horizonte abierto e inabarcable donde conviven en armonía las diferentes unidades paisajísticas. Las estepas y los bosques, las sierras y sus barrancos, las saladas y las lagunas configuran un original paraje lleno de ocres y verdes oscuros, territorio pletórico de vida para todos aquellos organismos, algunos únicos en el planeta, que en condiciones difíciles saben sobrevivir. La permanente ocupación humana en el solar monegrino, a lo largo de los tiempos, ha dejado su huella en toda la comarca.
Destaca de su patrimonio cultural la majestuosidad del Monasterio de Sigena y la sobriedad de la Cartuja de Las Fuentes. Eremitorios rupestre fueron excavados en las cumbres de San Caprasio y diferentes secuencias de estilos arquitectónicos quedan plasmados en los muchas de las iglesias y casas nobiliares, en el santuario de Magallón y en la ermita de la Virgen de la Sabina.
Este clima semiárido, con escasas precipitaciones y altas temperaturas estivales, son las señas de identidad de un territorio con apariencia variable según la época del año en que lo visitemos; así, mientras en primavera las grandes extensiones cultivadas ofrecen a nuestra vista el aspecto de una interminable pradera salpicada de amapolas, es en verano cuando un paisaje dominado por todas las gamas del ocre al blanco, con una vegetación de tonos oscuros, puede presentar en muchos de sus rincones el aspecto de un verdadero desierto. Su paisaje rezuma soledad e infinitud.
Abril y Mayo son los mejores meses para dormir al raso en el desierto de Los Monegros, con las estrellas como techo y la agradable compañía del silencio, sensaciones inolvidables para el viajero.
Este próximo fin de semana, es el único en el año en el que se quiebra la tranquilidad de este paísaje, con el ya famoso Monegros Desert Festival. Pero no dudes visitar esta comarca si lo que buscas es tranquilidad,prácticar deportes (son frecuentes las carreras de cross y las travesias en bicicleta), montar en camello, disfrutar de la amabilidad de sus gentes y de la cultura popular representada en sus fiestas.
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