La aplicación de «buenas prácticas» por parte de las empresas públicas y privadas radicadas en Bilbao y de los ciudadanos a nivel particular podrían evitar la emisión en la capital vizcaína de 250.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.
La aplicación de «buenas prácticas» por parte de las empresas públicas y privadas radicadas en Bilbao y de los ciudadanos a nivel particular podrían evitar la emisión en la capital vizcaína de 250.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.