No podemos imaginarnos unas navidades sin el mítico anuncio de «Vuelve a casa por Navidad», sin comprar un décimo de lotería o sin arrasar con el lineal de turrones Lacasa. Tampoco podemos imaginar las navidades sin las míticas cenas y comidas de empresa.
Amor, odio, odio, amor. Encontramos a los que adoran este momento del año y a los que odian profundamente esta cita anual.
Sea como sea, tenemos que asistir, así que si conseguimos disfrutar y pasar un buen rato mucho mejor.